Mictlán, más allá de la muerte.


 A continuación una breve introducción:

En el presente blog podrán encontrar un tema que es de mi completo agrado, así como recomendaciones a una página de Facebook y un vídeo ilustrativo para su mejor comprensión. Espero y disfruten de la lectura y descubran la parte bella de nuestra cultura.

Mictlán, más allá de la muerte. 

Se creía que el viaje duraba cuatro años y que, al llegar a Mictlán luego de haber superado todos los obstáculos, el alma del difunto era recibida por Mictlantecuhtli y Mictlancihuatl, las deidades del inframundo, quienes le anunciaban el final de sus pesares. 

Parte de los rituales funerarios para despedir a los difuntos en el México prehispánico era la confección de un discurso fúnebre de gran significado:

Acto seguido, el difunto abandonaba este plano terrenal y despertaba a la orilla de un río, que sería la primera de las pruebas para encontrar el descanso eterno de su alma. Este viaje no era una tarea sencilla, pues cada nivel ponía a prueba su carácter, convicción y resistencia.

Primer nivel: CHICONAHUAPAN

También llamado Itzcuintlan o “lugar de perros”, este sitio estaba a la orilla de un caudaloso río, que el muerto debía atravesar con la ayuda de un xoloitzcuintle de color pardusco. El color era importante, puesto que si se le pedía ayuda a un perro de color blanco, este se negaría y si se le pedía ayuda a un perro negro, este no aceptaría la tarea.



Segundo Nivel: TEPECTLI MONAMICTLAN

El “lugar de los cerros que se juntan”. En este nivel se dice que existían dos cerros que se abrían y se cerraban, chocando entre sí de manera continua. Los muertos, por lo tanto, debían buscar el momento oportuno para cruzarlos sin ser triturados.


Tercer Nivel: IZTEPETL

En este lugar se encontraba un cerro cubierto de filosísimos pedernales, que desgarraban los cadáveres de los muertos cuando estos tenían que escalarlos para cumplir con su trayectoria.

Cuarto Nivel: ITZEHECAYAN

El “lugar del viento de obsidiana” era un sitio desolado de hielo y piedra abrupta. Se trata de una sierra con aristas cortantes compuesta de ocho collados en los que siempre caía nieve.


Quinto Nivel: PANIECATACOYAN

“El lugar donde la gente vuela y se voltea como banderas”. Se dice que este lugar se ubicaba al pie del último collado o colina del Itzehecayan, donde los muertos perdían la gravedad y estaban a merced de los vientos, que los arrastraba hasta que finalmente eran liberados para pasar al nivel siguiente.


Sexto Nivel: TIMIMINALOAYAN

“El lugar donde la gente es flechada”. Aquí existía un extenso sendero a cuyos lados manos invisibles enviaban puntiagudas saetas para acribillar a los cadáveres de los muertos que lo atravesaban. Estas eran saetas perdidas durante las batallas.



Séptimo Nivel: TEOCOYOHUEHUALOYAN

Aquí los jaguares abrían el pecho del muerto para comerse su corazón.


Octavo Nivel: IZMICTLAN APOCHCALOLCA

En esta “laguna de aguas negras” (Apanhuiayo), el muerto terminaba de descarnar y su tonalli (su alma), se liberaba completamente del cuerpo.



Noveno Nivel: CHICUNAMICTLAN

Aquí el muerto debía atravesar las nueve aguas de Chiconauhhapan y, una vez superado este último obstáculo, su alma sería liberada completamente de los padecimientos del cuerpo, por Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, esencia de la muerte masculina y femenina respectivamente. Para transitar estas pruebas, el difunto debía ir surtido de algunos amuletos y pertenencias para facilitar su camino, entre agua, mantas, armas y papeles que dos oficiales le colocaban.


Al final de este largo viaje al Mictlán, el difunto debía entregar a Mictlantecuhtli los tributos que se le habían entregado antes de despertar a la orilla del río, pues no sería justo llegar ante el mismísimo señor de la muerte con las manos vacías.

El siguiente vídeo representa de manera visual la leyenda del viaje al Mictlán-Vamos a la tierra de los muertos. 

Video vía Volcán Corazón





"No llores por mi partida, porque cada lágrima que derramas inunda mi camino e interrumpe mi andar.
Recuerda que todavía te extraña mi corazón, y que si te oigo llorar, lo primero que haré será voltear hacia atrás..."

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Sobre Mí:

Estimados lectores mi nombre es Andrea, actualmente me encuentro cursando el primer semestre de la carrera de contaduría pública en la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Tepepan del Instituto Politécnico Nacional, me considero una persona amigable y respetuosa, mi género musical preferido es el rock y mi pasamiento preferido es dibujar. 

Mictlán, más allá de la muerte.

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